Liderazgos de la policía en Panamá

Lo que procuramos, con esta reseña, es hacer una relación de los líderes que tuvieron las diferentes instituciones policiales de Panamá, desde su nacimiento en 1903 hasta nuestros días, tomando nota de las relaciones entre sus jerarcas y la gobernanza y sectores de poder de sus respectivas épocas.
Panamá suscribió el acta de separación de Colombia el 3 de noviembre de 1903, pero una asamblea constituyente organizó la estructura gubernamental del país con la constitución del 13 de febrero de 1904. Esa constituyente es la que designó a Manuel Amador Guerrero como primer presidente del país y este, a su vez, conformó su gabinete.
Como lo que deseamos hacer conocer en el presente relato es quienes fueron los líderes de los distintos cuerpos policiales que tuvo la república desde su nacimiento, estamos obligados a decir que la presencia del Batallón Colombia, comandado por el General Esteban Huertas, jugó un papel crucial en la definición de los cuerpos policiales del país ante los hechos iniciales. La Junta Provisional de Gobierno nombró a Huertas Comandante General del Ejército de la República por medio de decreto 1 del 5 de noviembre de 1903 y su rol, en los primeros meses del país, definió casi tres décadas de asuntos policiales, lo cual nos pareció merecedor de explicaciones más detalladas del asunto.
Para muchos de nosotros el nombre de Esteban Huertas se relaciona positivamente con el éxito de la separación, dado que él y sus hombres fueron los que, militarmente, garantizaron el éxito del movimiento emancipador.
También sabemos que él tenía postura política y que cuando decidió apoyar a los separatistas sabía que quienes encabezaban la acción no formaban parte de la facción política a la cual él respaldaba, pero aun así actuó favorablemente. El apoyo que Huertas dio al movimiento sirvió de inspiración para que otros ilustres ciudadanos y militares se sumaran al mismo incondicionalmente, como fue el caso del General Domingo Díaz y el jefe de la policía de la ciudad, comandante Fernando Arango.
Por tanto, esos primeros meses en los que la república no tenía constitución, el General Huertas y el Ejército de la República constituyeron la fuerza con la que se podía mantener la paz pública, por lo menos en las ciudades de Panamá y Colón, terminales del ferrocarril transístmico. Aquí es buen espacio para destacar algo que realmente pocos conocen: el secretario privado del Comandante General del Ejército de Panamá, era el teniente Ricardo Miró, el insigne poeta nacional.
Como era lógico pensar, luego de conformado el gabinete, una organización partidaria del grupo político de Amador comenzó a tomar control de las diversas faenas de la vida diaria del país, entre éstas la paz pública y el orden constitucional. De la misma manera, se inició la implementación del tratado de Canal de 1903 el cual contenía un articulado que claramente dejaba en manos de los Estados Unidos de América aspectos específicos del devenir diario del país, entre los cuales estaban las de restablecer la paz pública y el orden constitucional si hubiere sido turbado, en las ciudades de Panamá y Colón (artículos VII y XXIII del Tratado Hay-Buneau Varilla, además del artículo 136 de la Constitución de 1904).
Como era de esperar, las autoridades norteamericanas dieron paso a las coordinaciones con sus contrapartes panameñas para tomar posesión de los derechos que le asistían por el tratado e incluso por la misma, recién puesta en práctica, nueva constitución y nacieron las primeras fricciones entre esas autoridades y sus pares panameños con el comandante del único ejército que tenía Panamá.
Luce que no había espacio para mucha mediación porque un ejército panameño, preparado para enfrentar una eventual pretensión colombiana de rehacerse con el territorio perdido, podía también sentir que la presencia de un ejército extranjero, como el norteamericano, estaría haciendo justamente lo mismo que cualquiera otro invasor.
Desde ese punto de vista, el sentir de Huertas y sus hombres era de lo más comprensible, pero el gobierno de Amador, y particularmente de sus ministros conservadores Tomas Arias y Santiago De La Guardia, tenía que hacer cumplir el tratado, dado que de eso dependía de que los Estados Unidos garantizara la independencia y construyera el canal, lo cual ya estaba pactado en ese convenio.
En esta parte de la historia hay que tomar en cuenta que el general Nicanor de Obarrio, muy allegado a Huertas, fungió como ministro de guerra y marina de Panamá, mientras la junta provisional de gobierno rigió el istmo, siendo reemplazado por Tomás Arias en 1904, al conformarse el gobierno constitucional. Tras la llegada de Arias fueron promulgados varios decretos que establecían la eliminación del Batallón segundo del istmo y la comandancia de la primera división del ejército, así como la reducción del pie de fuerza, fuerte evidencia de que el gabinete de Amador estaba dando pasos para eliminar las fuerzas armadas.
Huertas, hábil conocedor del final que esto traería, procuró hacer entender a Amador que con la eliminación del ejército estaban entregando la seguridad e integridad del país, lo que fue interpretado (quizás con una lógica asesoría norteamericana) como una insubordinación e intento de golpe de estado, por lo que el 18 de noviembre de 1904 Huertas dimitió a su cargo y con eso finalizó la existencia del ejército nacional.
En 1904 se configura la policía, que constaba de 700 hombres, y se asigna al general Domingo Díaz la tarea de dirigir el comando militar de la ciudad. Suponemos que este fue el general Domingo Díaz De Obaldía, liberal, que respaldó la lucha de este partido en la guerra civil de los mil días y que, como indicamos antes, se sumó a Huertas en el movimiento emancipador. También fue nombrado comandante general de la División Colón del Ejército de la República. Su hermano, Pedro Antonio Díaz De Obaldía, gran colaborador de Huertas en la gesta secesionista fue segundo designado en el periodo presidencial de Ramón Maximiliano Valdés de 1916, habiendo perdido con Belisario Porras las elecciones de 1912.
El número insuficiente de policías y la falta de experiencia, como cuerpo de seguridad, los incapacitaba para mantener el orden público y termina delegándose la defensa de la independencia al ejército estadounidense.
Ante el hecho de que las acciones policiales del istmo fueron totalmente regentadas por inspectores generales del ejército de los Estados Unidos de América, no nos ha sido fácil encontrar la lista cronológica de todos los comandantes del Cuerpo de la Policía Nacional entre 1908 y 1932.
Una referencia bibliográfica si admite que Panamá no tuvo policía como tal hasta el año 1908, en el período del presidente José Domingo de Obaldía, cuando se dictó el Decreto 183 del 23 de marzo, debido al cual fue nombrado Eduardo Pérez como primer comandante, quien no duró mucho en el puesto y tras su renuncia el puesto lo asumió Leonidas Pretelt (que parece ser el mismo general que comandaba la flotilla conformada por la embarcación “Almirante Padilla” que, en conjunto, con la nave “Bogotá”, vigilaban las aguas de la ciudad de Panamá, aquella tarde del 3 de noviembre de 1903. Según la obra de Ismael Ortega, Pretelt abrazó con agrado la idea de la separación, a pesar de no ser panameño).
También rescatamos el nombre de Julio Quijano, quien en1911 fue comandante (posiblemente sucedió a Pretelt) y de Ricardo Arango, que la comandó en 1925. Hay referencias de que Quijano fue removido del cargo al permitir que la ciudadanía se armara contra los marines norteamericanos.
Igualmente logramos encontrar el nombre de un par de inspectores generales que el gobierno zoneita asignó a la policía de Panamá: Albert Lamb, en 1917 y C.H. Martin, en 1925.
La lista de comandantes que presentamos al final muestra algunos de los principales o más conocidos comandantes del Cuerpo de la Policía Nacional, ya que no es hasta 1930 que los Estados Unidos dispone no intervenir más en asuntos policiales fuera de los límites de la Zona del Canal de Panamá e impulsa al gobierno de Panamá para que organice su cuerpo policial, lo cual supuso que se debió a que las autoridades norteamericanas ya se habían asegurado de que cierta cantidad de caballeros de la sociedad panameña habían adquirido formación para ejercer puestos policiales con orientación favorable a sus intereses (obviamente contrarias a cualquier tendencia marxista muy de moda en esa época).
Después de que el 2 de enero de 1931 una conjura, encabezada por la agrupación política llamada Acción Comunal uno de cuyos líderes era Arnulfo Arias, depusiera al presidente constitucional de Panamá, Ing. Florencio Harmodio Arosemena, sobrevino un cambio en la actitud de las fuerzas de los Estados Unidos de América respecto a la reacción policial en Panamá. Era la primera vez que los representantes del gobierno que administraba el canal concedían licencia para constitucionalizar un gobierno de hecho y así se dieron los primeros pasos para conformar una verdadera institución de policía en Panamá.
En 1932, el presidente constitucional, Harmodio Arias, designó a su cuñado Aurelio Guardia como comandante del Cuerpo de Policía de Panamá (eso nos hace recordar que, en la gestión de Arias, el rector de la Universidad de Panamá, Octavio Méndez Pereira, era su concuñado, y su otro cuñado, el Ing. Tomás Guardia Vieto, ya estaba a cargo de la Junta Central de Caminos). Guardia fue removido de su puesto por conflictos con el ministro de gobierno Galileo Solís en 1935, dado que estaba haciendo planes para ser candidato a diputado de la república.
La salida de Guardia provocó el nombramiento de una prominente figura política de la época y empresario chiricano, el coronel Manuel Pino, quien se convirtió en una pieza fundamental en la era de Harmodio Arias y quienes le sucedieron (Juan Demóstenes Arosemena y Augusto Samuel Boyd). Hay algunas confusiones sobre cuánto duró Pino en la comandancia de la institución, puesto que algunos relatos narran que se mantuvo en el mando hasta el golpe que se le hizo a Arnulfo Arias en 1941 y otros indican que una de las razones del golpe que le fue dado a Arias fue que designó comandante de la policía al periodista Julio Briceño y no al segundo jefe de ésta, coronel Rogelio Fábrega, quien no simpatizó de la medida.
Lo cierto fue que Pino, como comandante de la policía, hizo mucho en contra de los seguidores de Ricardo J. Alfaro quien compitió en la campaña de 1940 contra el doctor Arias. Hay que recordar que ya Alfaro había sido primer designado en el gobierno de Florencio Arosemena y asumió la presidencia interinamente después del golpe de 1931, razón de la rivalidad política que existía entre ambos candidatos.
En gobiernos posteriores Pino llegó a ser ministro de estado y presidente del directorio nacional del Partido Nacional Revolucionario. A Pino se le atribuye una época de desarrollo institucional en el cuerpo policial de la cual nació una clase militar que tuvo, más adelante, control del organismo policial que se atrevió a irrumpir en la política partidista.
Después de la caída de Arias, el presidente Ricardo Adolfo De La Guardia nombró comandante de la policía al coronel Rogelio Fábrega, uno de los propulsores del derrocamiento del presidente Arias, quien ocupó el cargo entre 1941 y 1947, cuando fue reemplazado por el coronel José Antonio Remón Cantera, de quien se dice que también apoyó el golpe contra Arias, de la misma manera que lo habían hecho agentes del gobierno de los Estados Unidos. Fábrega, por tanto, estaba al mando de la policía durante el proceso que siguió a la promulgación de la tercera constitución del país (1946), mecanismo que utilizó De La Guardia para apaciguar el deseo popular que dejara el poder.
El comandante Remón provenía de una familia que, desde los comienzos de la república, había estado ligada a la lucha por la independencia. Tuvo singular presencia en la vida política del país a lo largo de los cinco años que estuvo a cargo del cuerpo policial, periodo en que catapultó a Arnulfo Arias a la presidencia de la república, ordenando un conteo de votos de las elecciones que habían sido llevadas a cabo en 1949, en las que se había elegido presidente a Domingo Díaz Arosemena, quien después falleció y, menos de dos años después le toca hacer cumplir el clamor popular y de la asamblea nacional, removiendo, a la fuerza, a Arias de la casa presidencial.
Curiosamente no fue tanto que Remón hubiera dispuesto el derrocamiento, él no pudo evitarlo: la ciudadanía se le había venido encima. Incluso hay referencia de que varias mujeres y esposas de figuras prominentes de la época se sumaron a la lucha y pidieron a Cecilia, esposa de Remón, que lo convenciera de acatar el fallo de la corte suprema, una de ellas fue Lupita Calderón, madre del ex vicepresidente Ricardo Arias Calderón, viuda que en esa época se había casado con Samuel Lewis Arango, padre de Samuel y Gabriel Lewis Galindo.
Estas actuaciones destacadas en el devenir político del país lo llevaron a la presidencia en 1952 y a su mandato se le atribuye una nueva reorganización institucional de la policía y la designación del cuerpo policial como Guardia Nacional, acción que tuvo reglamentada por medio de ley No. 44 de 28 de diciembre de 1953. Aun es un misterio que Remón resultase asesinado a tiros, la noche del sábado 2 de enero de 1955, justo 20 años después del golpe de estado que diera por terminado el periodo presidencial del Ing. Florencio Harmodio Arosemena, por parte de Acción Comunal, que tenía a Arnulfo Arias como uno de sus líderes.

Oficiales de la Policia 1940
Oficiales de la Policía: Orden de los Oficiales de izquierda a derecha: Mayor Bolívar Vallarino (jefe del Policía de Tránsito), Capitán José Antonio Remón (jefe del Escuadrón de Caballería de la Policía Nacional), coronel Manuel Pino (comandante del Cuerpo de Policía Nacional), Mayor Saturnino Flórez (de las Ordenanzas de la Comandancia), Capitán Carlos Arosemena (Secretario General de la Comandancia de la Policía Nacional) – Fuente: http://www.elistmopty.com

Bolívar Vallarino dirigió la Guardia Nacional desde la salida de Remón en 1952 hasta 1968 cuando ganó la presidencia, por tercera vez, Arnulfo Arias Madrid. Fue una época en que se mantuvo bastante estable la permanencia de los presidentes electos en el cargo, salvo el caso de Remón que, tras su muerte, fue sucedido por Ricardo Manuel Arias Espinosa. Ningún presidente había logrado completar su periodo después de Harmodio Arias entre 1932 y 1936.
Durante la comandancia de Vallarino se sucedieron en la presidencia, además de Remón y Arias Espinosa, los señores Ernesto De La Guardia Jr., Roberto F. Chiari y Marco Robles. Además, a Vallarino le tocó enfrentar las revueltas estudiantiles en 1958, la invasión de los cubanos a Panamá en 1960, los sucesos del 9 de enero de 1964 y el juicio que se le siguió al presidente Marco Robles en marzo de 1968 a pocas semanas de las elecciones presidenciales que llevaron a la presidencia al candidato opositor Arnulfo Arias.
Pero el periodo que Vallarino estuvo a la cabeza de la Guardia Nacional no escapó de las intrigas políticas, aunque este no repitió la aspiración de su antecesor de labrarse una posición mayor a la que tenía.
Cuando Arnulfo Arias llegó a la presidencia en 1968 se propuso hacer importantes cambios en la jerarquía castrense, lo cual motivó que una conjura de los mandos superiores de la institución diera un golpe de estado militar que depuso a Arias e impusiera una junta militar que decidió los designios del país por más de un año, estando encabezada por los coroneles que seguían el escalafón policial.
El comando de la Guardia Nacional pasó entonces al coronel Aristides Hassán quien pocas semanas después dimitió en favor del coronel Omar Torrijos, uno de los artífices del golpe.
Torrijos llevó el mando de la institución en conjunto con la jefatura de gobierno desde 1968 hasta 1981 cuando falleció en una tragedia aérea, siendo general de brigada. Las fuentes señalan que Torrijos fue uno de los militares reclutados por la Brigada de Inteligencia Militar de los Estados Unidos desde que era teniente en 1955 hasta 1969.
La historia más reciente es mejor conocida por los lectores, ya que Torrijos encabezó un cambio en la estructura política del país, logrando que en 1972 se adoptara una nueva constitución cuya base fundamental aun rige a Panamá.
Valiéndose del cargo de Jefe de Gobierno, en 1977 Torrijos suscribió el tratado con el cual los Estados Unidos de América pactó el traspaso definitivo del canal y las zonas adyacentes a Panamá. Luego de eso, Torrijos dio un giro importante a la política interior del país, propiciando, por primera vez desde 1968, una apertura democrática con la cual se darían, en 1984, las primeras elecciones de voto directo, en las cuales resultó victorioso el candidato del partido que sería, en adelante, el brazo político de la Guardia Nacional.
Al morir Torrijos la comandancia fue ocupada por el coronel Florencio Flores y más adelante por el General Rubén Darío Paredes quien, al impulsarse a la carrera presidencial (que nunca alcanzó), dejó a cargo de la Guardia al General Manuel Antonio Noriega que al cabo de un tiempo impuso cambios profundos en el esquema de la entidad, convirtiéndola en las Fuerzas de Defensa de Panamá, mediante Ley 20 del 29 de septiembre de 1983, pasando a ser una figura institucional de corte totalmente militar.
Al principio Noriega llevó una secuencia de los planes nacionalistas de Torrijos, a pesar de que, según los relatos encontrados en la prensa panameña, Noriega había sido informante de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos desde que estudiaba en Perú, a finales de la década de 1950.
Durante los años que Noriega estuvo en el poder (1983 – 1989) se robusteció el carácter militar de la organización, perdiendo el aprecio de la ciudadanía y de buena parte de los sectores económicamente poderosos. Incluso componentes civiles y militares del gobierno le dieron la espalda, sucediéndose en la presidencia del país cuatro mandatarios: Nicolás Ardito Barleta, Eric del Valle, Manuel Solís Palma y Francisco Rodríguez. Finalmente, nació la enemistad con el gobierno norteamericano y el 20 de diciembre de 1989 una invasión militar de ese país removió a Noriega por la fuerza.
Un nuevo gobierno, encabezado por Guillermo Endara, elegido en los sufragios de mayo de 1989, tomó el control del país y, con apoyo evidente del gobierno y las fuerzas armadas de los Estados Unidos, transformó la estructura de las Fuerzas de Defensa a un estamento constitucional denominado Fuerza Pública, que fue reglamentando con el Decreto Ejecutivo No. 38 del 10 de febrero de 1990.
El primer director de la Fuerza Pública fue el coronel Roberto Armijo, un exintegrante de las Fuerzas de Defensa, el cual fue sucedido por el coronel Eduardo Herrera Hassán y el teniente coronel Fernando Quezada, ambos en 1990.
Herrera Hassán y Quezada fueron removidos de cargo por situaciones muy discutidas: Hassán fue separado después de un acto de desobediencia hacia el ejecutivo y alzarse en armas, junto con un grupo de simpatizantes. Él había sido de los militares que, en ejercicio de sus funciones, se había mostrado contrario a la actuación del general Noriega.
En situación similar estuvo Quezada, respecto a Noriega, aunque un poco más tarde, pero su permanencia al mando del cuerpo policial se vio ensombrecida por la falta de tolerancia que mostró hacia un representante de la prensa.
La sucesión en el mando de la Fuerza Pública pasó a manos de civiles entonces, siendo el siguiente director el Lic. Ebraim Asvat (1990-1991) y más adelante Gonzalo Menéndez Franco 1991-1992 y el Lic. Osvwaldo Fernández (1992-1995). En la administración del presidente Ernesto Pérez Balladares ocupó el cargo José Luis Sosa (1995-1999), en cuya gestión se promulgó la ley 18 de 1997 orgánica de la Policía Nacional.
En principio la ley 18 estableció que la dirección general de la entidad solo podía ser ocupada por civiles, ante lo cual ocuparon el cargo el señor Carlos Toti Barés Weeden (1999-2004), quien duró todo el periodo en que fue presidenta Mireya Moscoso, el Lic. Gustavo Pérez (2004-2005) y el Lic. Rolando Mirones Jr. (2005-2008), pero en ese año 2008 el gobierno nacional, a cuyo cargo estaba Martín Torrijos Espino, se propuso abrir la oportunidad para que comisionados de la policía también pudieran ocupar el máximo cargo (la ley 5 de 2008 modificó el artículo 41 de la Ley 18 de 1997) y este fue asignado interinamente al Comisionado Jaime Ruiz Hayes (2008) y en propiedad por el Comisionado Francisco Troya (2008-2009).
La administración del presidente Ricardo Martinelli asignó como directores a los licenciados Gustavo Pérez, hijo (2009-2012) y Julio Moltó (2012-2014), mientras que durante la administración del presidente Varela el cargo fue ocupado por los comisionados Omar Pinzón (2014-2018) y Alonso Vega Pino (2018-2019).
El actual director general es el comisionado Jorge Miranda, nombrado por el presidente Laurentino Cortizo en 2019.
Diecisiete directores ha tenido la policía desde la caída de las Fuerzas de Defensa de Panamá, o sea en 31 años (entre ellos 8 militares o comisionados y 9 civiles), mientras que entre 1932 y 1968, antes del golpe de 1968 (36 años), tiempo en que se dan los primeros pasos institucionales de la organización, solo hubo seis comandantes. Cinco fueron los comandantes de la Guardia Nacional y las Fuerzas de Defensa a lo largo de los 21 años de dominio militar del país.
A continuación se presenta la lista de los máximos líderes de los organismos policiales de Panamá, desde 1903:

Cuerpo Nacional de Policía
(El cuerpo de la policía nacional era el organismo heredado del departamento unido a Colombia)
Comandante Fernando Arango 1903 – 1904

Ejército de la República
Gen. Esteban Huertas 1903-1904

Cuerpo Nacional de Policía
Gen. Domingo Díaz 1904-?
Eduardo Pérez 1908
Gen. Leonidas Pretelt 1908-?
Julio Quijano?-1911
Albert Lamb, Inspector General por EU1917-?
Ricardo Arango 1925-?
C.H. Martín (Inspector Gen por EU) 1925-?
Aurelio Guardia 1932-1935
Col. Manuel Pino 1935 – 1940
Julio Briceño (periodista) 1940-1941
Col. Rogelio Fábrega 1941-1947?
Col. José Antonio Remón Cantera 1947-1952

Guardia Nacional
Gen. Bolívar Vallarino 1953-1968
Col. Aristides Hassán 1968
Gen. Omar Torrijos 1968-1981
Col. Florencio Flores 1981-1982
Gen. Rubén Darío Paredes 1982-1983

Fuerzas de Defensa de Panamá
Gen. Manuel Antonio Noriega 1983-1989

Fuerza Pública
Col. Roberto Armijo 1990*
Col. Eduardo Herrera Hassán 1990*
Tte Col. Fernando Quezada 1990*
Lic. Ebraim Asvat 1990-1991**
Gonzalo Menéndez Franco 1991-1992**
Lic. Osvwaldo Fernández 1992-1995**

Policía Nacional
José Luis Sosa 1995-1999**
Carlos Barés Weeden 1999-2004**
Lic. Gustavo Pérez 2004-2005**
Lic. Rolando Mirones Jr. 2005-2008**
Comisionado Jaime Ruiz Hayes 2008***
Comisionado Francisco Troya 2008-2009***
Lic. Gustavo Pérez (hijo) 2009-2012**
Lic. Julio Moltó 2012-2014**
Comisionado Omar Pinzón 2014-2018***
Comisionado Alonso Vega Pino 2018-2019***
Comisionado Jorge Miranda 2019-hoy***

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*Cargo de director, ocupado por antiguos militares de las Fuerzas de Defensa.
**Cargo de director ocupado por civil.
***Cargo de director general ocupado por personal formado como policía y civiles, en algunos casos.
Fuentes
Memorias y Bosquejo Bibliográfico del General Esteban Huertas, Prócer de la gesta del 3 de noviembre de 193. Esteban Huertas Ponce. Publicaciones Continentales, S.A. 1959. Biblioteca Nacional (Panamá)
Panamá, 1903-1977: Institución Militar, Democracia y Nación. Revista de la SEECI.
Alessandria Camacho, Thais E. (2000): Panamá, 1903-1977: Institución militar,
democracia y nación. No 6. Noviembre. Año IV.
La Jornada del 3 de noviembre de 1903. Ismael Ortega. 1931
https://www.laestrella.com.pa/nacional/161030/me-mi-conto-padre-historia
https://m.panamaamerica.com.pa/variedades/un-pais-sin-armas-para-imponer-orden-social-0-410361
https://m.panamaamerica.com.pa/variedades/momentos-historicos-en-el-panama-america-15-28663
https://m.panamaamerica.com.pa/variedades/titulares-del-diario-el-panama-america-11-80720
https://www.prensa.com/RAICES-Surgimiento-policia-militarizada_0_3454904609.html
https://www.elistmopty.com/2019/11/oficiales-de-la-antigua-Policía.html
https://www.elistmopty.com/2008/10/militares-en-panam.html
https://www.laestrella.com.pa/nacional/110901/eu-golpe-arnulfo
https://www.prensa.com/impresa/mas_de_la_prensa/Ernesto-Jaen-Guardia_0_1055894484.html
https://www.laestrella.com.pa/nacional/090102/c-54-anos-remon-magnicidio
https://www.laestrella.com.pa/nacional/200417/dos-madres-abuela-mujeres-educaron
https://m.panamaamerica.com.pa/variedades/auge-y-militarizacion-de-los-organismos-de-seguridad-publica-409980

Una respuesta a «»

  1. Interesante la historia de nuestro cuerpo de policía, las crisis y etapas sufridas debieron dejar profundas cicatrices en el ámbito nacional y pensar que actualmente se nota un período de enrarecimiento total.

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