La revolución rusa ocurrió el 7 de noviembre de 1917 (le llamaron revolución de octubre debido a que, en esa época, en Rusia, aún se utilizaba el calendario Juliano). Esta fecha ya no es celebrada, dado que el comunismo en Rusia cayó el 8 de diciembre de 1991, tras 77 años de supremacía bolchevique.
En el marco histórico, la revolución rusa dejó huellas que quedaron muy marcadas en la historia de la humanidad, tales como el fin del imperio, el surgimiento de Rusia como potencia mundial (habiendo sido durante casi todo el periodo soviético la segunda potencia mundial, en casi todos los aspectos) y la propagación del comunismo por el mundo.
Como todo, prácticamente ninguna de las consecuencias de la revolución fueron permanentes. Se podría estar seguro de que la dinastía Románov fue extinguida y que, gracias a eso, luce que no habría forma de que nazca un nuevo imperio en Rusia, pero las demás consecuencias se han ido transformando de una u otra forma.
En ese sentido, tras el triunfo de la sovietización de varios países y el desarrollo económico, político y militar de Rusia y, en su momento, el resto de las naciones que conformaron la Unión de Repúblicas Socialistas y Soviéticas, el descalabro del comunismo no llegó ni al siglo en Rusia.
A la par, o luego de eso, la ideología se ha transformado en otras naciones donde aún sigue vigente. Bien sabemos que, hoy por hoy, la mayoría de los países con ideología comunista (que aún restan) han transformado sus economías en modelos capitalistas, a pesar de que políticamente se mantienen en algún tipo de gobierno totalitario, modelo que les ha permitido entrar en el marco de la comunidad internacional, gracias a que sus economías, de bajo costo de producción, son atractivas a los mercados de consumo que no alcanzan a mirar el verdadero precio que pagan por sus adquisiciones. Así quedó culturizado entre los comunistas, como Deng Xiaoping, prominente político reformista chino, y el principal líder del Partido Comunista Chino entre 1978 y comienzos de la década de 1990, cuando dijo «No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato».