En forma general, hay diversas razones que se acumulan para que ocurran las lluvias. El fenómeno atmosférico al que también se llama precipitación es realmente la condensación del agua de su estado anterior de vapor (que es un gas).
La condensación es el paso de una materia de estado gaseoso a estado líquido y su principal causa es la temperatura. Una disminución de la temperatura produce que el agua, en estado de vapor, pase a estado líquido.
Las nubes son acumulaciones visibles de agua (además de otras sustancias liquidas en menor cantidad) en estado de vapor, o sea son acumulaciones de vapor de agua que forman una masa en las capas bajas de la atmósfera (tropósfera) que están susceptiblemente sujetas a todos los efectos que, por estar así expuestas, podrían afectarles o influenciarles, como el viento, la presión atmosférica y, definitivamente, la temperatura. La altitud a partir de la cual se forman las nubes es aquella en la que la temperatura es suficientemente baja como para que el vapor de agua del ambiente se eleve hasta alcanzar un equilibrio en estado gas.
La influencia del viento en la formación y forma que adopten las nubes viene dada por la magnitud y dirección de las corrientes de aire. La magnitud de la fuerza de viento direcciona las nubes y las desplaza en la misma dirección que lleva el viento, a simple vista no se puede notar que, en realidad, la masa de aire no se desplaza en línea recta, normalmente el viento arrastra la nube en forma circular. Las nubes formadas en zonas donde no hay mayor velocidad de viento tienen formas de capas, mientras que aquellas que están influenciadas por mayores vientos tienen desarrollo vertical.
Causante de los vientos y con influencia en la forma de las nubes, la presión atmosférica comprime la masa de vapor de agua desplazándola y deformándola hasta darle las formas caprichosas como se pueden ver en el cielo. La presión atmosférica disminuye con la altitud.
La temperatura tiene el rol de influenciar en la forma de las nubes ya que hay que tomar en cuenta que en las partes altas de la atmosfera la temperatura es menor que en las partes bajas, por lo cual las moléculas que conforman las nubes en las partes altas están más comprimidas que aquellas que están en las partes bajas; este es uno de los mayores ingredientes de la lluvia.
Por su ubicación las nubes reciben la mayor parte de la radiación solar y buena parte de esta se refleja hacia la parte superior de la atmósfera, gracias a lo cual se produce una especie de cápsula o envase de calor que es vital para que la atmósfera guarde el calor suficiente para la vida en el planeta y que no nos congelemos durante la noche, por un lado, y para refrescar la parte inferior o superficie del planeta, por la otra.
Aunque las nubes están en constante movimiento y transformación, ellas pueden acomodarse de manera tal que podrían formar masas con dimensiones kilométricas, sea horizontal o verticalmente. Según la forma aproximada que adopten, las nubes son clasificadas, así: cirrus (aquellas que están en capas muy elevadas de la atmosfera, lucen delgadas y transparentes, además se configuran aspectos filamentosos o brochazos), estratos (se forman en la parte baja de la atmosfera y tienen forma de láminas), cúmulos (de gran tamaño y con muchas sombras, se desarrollan verticalmente y tienen forma redondeada con una base plana u horizontal) y nimbos (se forman en la zona más alta de la atmosfera – alrededor de 10 Km – y son anticipación de tormenta). La mezcla de estos tipos de nubes conlleva una clasificación secundaria, así: nubes altas, como: las cirrocúmulos y cirrostratos; nubes medias, como: altocúmulos y altoestratos y nubes bajas, como: nimbostratos y estratocúmulos. Hay una variedad única mezclada que se conoce como cumulonimbos que son aquellas nubes de tamaño enorme y muy marcado desarrollo vertical con forma de hongo, las que son típicas de grandes tormentas.




La configuración de las nubes ayuda a predecir el comportamiento más inmediato del clima, por ejemplo, la presencia de cielos llenos de nubes “cirrus”, en su totalidad, anticipa cambios bruscos de clima con descenso de temperaturas. Las nubes “cúmulos” corresponden a buen tiempo cuando hay poca humedad en el aire y poco desplazamiento vertical de aire, si la humedad es alta y hay corrientes de aire ascendentes las nubes cúmulos adquieren gran tamaño y originan intensas tormentas.
Dependiendo de la forma y altura de las nubes, es que se producen las lluvias, podría decirse que hay dos tipos de lluvia, en relación a las nubes, aquellas que se forman cuando las nubes verticales alcanzan las capas más frías y altas de la atmosfera y aquellas que se forman por el enfriamiento de las capas más bajas de las nubes, debido a que se enfrían al eliminar la totalidad de la radiación solar. En ambos casos la lluvia se produce cuando la temperatura es suficientemente baja y las moléculas de agua se unen formando gotas de agua más pesadas que tienen que precipitarse.