La guerra de Coto aparece registrada como uno de los pocos, sino el único, conflictos armados en los que ha participado Panamá, como nación. Lo que si es que esa guerra tuvo una conclusión interesante, ya que por un lado Panamá obtuvo una victoria, a base de voluntarios, con la cual recuperó la localidad de Pueblo Nuevo de Coto (en la zona pacífica), pero al norte Panamá perdió la zona occidental de la provincia de Bocas del Toro, en donde Costa Rica no tuvo resistencia.
Panamá y Costa Rica siempre se han considerado pueblos amigos o hermanos. Antes de la guerra y después de ella; es difícil encontrar reseñas que muestren diferencias que pudiesen haber llegado al extremo al cual llegaron, incluida la pérdida de vidas humanas del bando costarricense.
Definitivamente hubo razones para el conflicto, ya que por siglos no hubo una definición clara de la frontera y al terminar el siglo XIX y comenzar el siglo XX la región comenzó a ser atractiva, como nunca antes, para intereses comerciales que ya habían pactado convenios con uno, que necesitaban asegurar ante un eventual reclamo del otro.
Quizás, más que el propio nacionalismo, lo que motivó la guerra fueron los intereses de los reyes mundiales del banano. A ellos los convenía una definición y eso había que resolverlo más que temprano que tarde con quien ya había dado muestras de querer complacerles.
Lo que trata esta reseña es de mostrar cómo se fueron dando los hechos que llevaron a la Guerra de Coto, ayudando a conocer algunas intimidades que es oportuno que queden claras, a pesar que el respeto al derecho internacional obligó a aceptar las condiciones que hoy día reinan.
La región de Coto, hoy de Costa Rica, al igual que la norteña provincia de Bocas del Toro, en Panamá, fueron por cuatro siglos la puerta trasera de la zona, pero con el descubrimiento del potencial que tenían sus tierras para la producción industrial de banano pasaron a ser el centro de atención de las autoridades gubernamentales de ambos países y aquí veremos el resumido desarrollo histórico de los eventos, desde el principio.
Definiciones fronterizas de Costa Rica durante la colonia
Reina mucha imprecisión respecto a la delimitación de las fronteras entre Costa Rica y Panamá desde aquellos primeros años del siglo XVI, puesto que el conocimiento de la zona se puede decir que provino, más que nada, del interés de ubicar un paso transístmico, por parte de los españoles. Aunque para 1513 se había descubierto la ruta de Darién, una diversidad de expediciones se emprendieron a partir de ahí, quien sabe si con el consentimiento de la corona o no.
La mayor parte de lo que hoy es Panamá formó parte del conjunto administrativo denominado Nueva Granada, con el que España gobernó esa parte de sus colonias en América. Después de la independencia de España y con la configuración de la nación neogranadina, la cartografía comenzó a formar, sin mucha precisión, los límites de esa nación hacia el extremo occidental.
Lo cierto es que para 1522 Gil González Dávila describió los primeros asentamientos en la zona de Golfito, los cuales eran regidos por los caciques cuyos nombres se usaron para denominar la región, como los famosos Burica, Osa, Coto, Cébacos y Quepo, entre otros.
Por temas de intereses territoriales de la corona, además de ciertos compromisos que tenían que pactarse para corresponder a quienes invirtieron en las conquistas, en 1537, se creó el ducado de Veragua, que separó los territorios denominados Castilla de Oro, al este, y los de la Veragua Real (o sea bajo el control pleno de la corona del imperio español) con la provincia de Cartago y Costa Rica, al oeste.
Por otro lado, documentos que reflejan la historia de la colonización de Costa Rica, como el denominado ”Época Colonial de Costa Rica Way”, reflejan que las fronteras de lo que en ese entonces comprendía el territorio de la hoy Costa Rica (Provincia del Reino de Guatemala), particularmente la región de Talamanca (constituido en 1610), estaba constituido por la zona comprendida desde el este del rio La Estrella, el valle del Sixaola y Bocas del Toro (Escudo de Veraguas).
En toda la literatura leída se encontraron pruebas que los españoles estuvieron tratando de someter a los indígenas de las dos vertientes (Talamanca al norte y Golfo Dulce al sur) desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, cuando estos fueron abatidos y prácticamente aniquilados.
Definiciones fronterizas de Panamá durante la colonia y la unión a Colombia
Panamá, en todo o en parte, formó parte de distintas organizaciones administrativas a lo largo de su pertenencia a España, en el orden sucesivo fue parte de Nueva Castilla de Oro del Reino de Tierra Firme, parte de las gobernaciones de Veragua, Darién y Castilla de Oro (todas entre 1508 y 1538), Ducado de Veragua y Veragua Real (entre 1537 y 1560), Provincia de Tierra Firme dentro del Virreinato de Nueva España (entre 1542 y 1550), provincias de Tierra Firme y de Veragua dentro del Virreinato del Perú (entre 1550 y 1563), Reino de Tierra Firme (entre 1563 y 1614), de nuevo Reino de Tierra Firme ahora dentro del Virreinato del Perú (entre 1614 y 1717), Provincia de Castilla de Oro y Provincia de Veragua dentro del Virreinato del Perú (entre 1717 y 1722), Reino de Tierra Firme dentro del Virreinato del Perú (entre 1722 y 1739), reino de Tierra Firme dentro del Virreinato de Nueva Granada (entre 1739 y 1751), Comandancia General de Tierra Firme dentro del Virreinato de Nueva Granada (entre 1751 y 1820) y Comandancia General de Tierra Firme (entre 1820 y 1821)..
Según el mapa que se presenta seguido, el reino de Castilla de Oro abarcaba buena parte del territorio de lo que hoy es Colombia hasta la parte conocida de Panamá.
Castilla del Oro y Provincias vecinas. Mapa impreso a comienzos del siglo XVII, con datos que corresponden a 1540- 1550. Mapoteca 4, X-29, Archivo Nacional Bogotá
En este mapa no se logra precisar los límites occidentales del istmo, por lo que ya desde esos tiempos la frontera era imprecisa, ya que no contaba con accidentes geográficos que ayudaran a definirla.
En 1821 Panamá se declaró independiente de España y decidió unirse voluntariamente a Colombia, pasando a ser un departamento de ésta. Unido a Colombia Panamá se denominó Departamento del Istmo y los límites administrativos llegaban, en efecto, hasta el Golfo Dulce en el pacífico y más allá de la desembocadura del Río Sixaola, en el Caribe.
Por otro lado, la publicación titulada Departamento del Istmo de la enciclopedia Wikipedia ilustra un mapa que muestra que los límites por el lado Caribe llegan hasta el Cabo de Gracias a Dios.
Después de deshacerse la Confederación Granadina en 1861, se conformaron los Estados Unidos de Colombia, que comprendía los territorios de las actuales repúblicas de Panamá, Colombia y parte de Perú y Brasil.
Para cuando Panamá conforma parte de los Estados Unidos de Colombia, la cartografía mostraba que los limites occidentales de Panamá llegaban hasta las riberas del Golfo Dulce, en el pacifico y la desembocadura del rio Sixaola en el Caribe.
El siguiente mapa muestra la geografía política de Colombia, Venezuela y Ecuador, que constituían los tres departamentos (Venezuela, Cundinamarca y Ecuador) que formaron la República de Colombia.
Fuente: La historia de Colombia a través de los mapas antiguos, Gustavo Prieto – 24 abril 2017
Nótese que en este mapa, con la precisión que brinda, se puede visualizar que la frontera entre Panamá llegaba hasta el Golfo Dulce, en la vertiente del pacífico.
Definiciones fronterizas de Costa Rica después de su independencia
Al alcanzar su independencia, las autoridades del nuevo país no voltearon su atención a la zona limítrofe entre ellos y Colombia (República de Nueva Granada, los primeros años), por lo que la zona fue muy influenciada por los habitantes de la región panameña que le era más cercana (hoy Chiriquí).
La cuestión mosquitia y la frontera Caribe
Hay que tener presente que los temas fronterizos que fueron objeto de disputa con posterioridad a los sucesos independistas de principios del siglo XIX, no se enmarcaron solo en la zona pacifica de la frontera entre Panamá y Costa Rica. También hubo tensión sobre la zona atlántica desde los años en que Panamá recién formaba parte de la República de la Nueva Granada.
Aunque no figura en muchas obras, las implicaciones fronterizas entre la República de la Nueva Granada y las republicas centroamericanas tuvo ribetes diplomáticos que pusieron en peligro que parte de lo que hoy es Panamá, que pudo haber quedado en manos británicas.
Por estar pendiente de un tratado de límites definitivo, la costa mosquitia (que abarca mayormente el Caribe de Nicaragua, Costa Rica y Panamá) fue un territorio reivindicado por los centroamericanos, pero también por los neogranadinos, por lo que, casi dos décadas después de las respectivas independencias, la República de la Nueva Granada entró decididamente en la confrontación, sin la intensión ni la capacidad de fundar establecimientos ni jurisdicciones, más que nada por la manipulación de los nativos que estaban haciendo aventureros y especuladores ingleses, pero también buscando un desbalance favorable en el tema de un futuro canal por la región.
En realidad Nueva Granada buscó la reivindicación por cualquier medio, de ahí que la diplomacia la hizo engendrar más de una negociación diplomática con Estados Unidos, para contrarrestar las ambiciones centroamericanas y británicas (todavía enrarecidas relaciones por el famoso Incidente Russell). Aunque antes de eso había manejado muy buenas relaciones con los británicos, a quienes había, incluso, pedido protección para contrarrestar varias rebeliones tanto en Colombia, como en Panamá. Encontramos publicaciones que reflejaron que Nueva Granada intentó vender el istmo de Panamá a Gran Bretaña o ceder buena parte de él (Bocas del Toro, el cual había ocupado de facto en 1836, así como había hecho con las islas San Andrés en 1824) a cambio de protección y compensación por deuda.
Como los británicos no disimularon sus intenciones colonialistas en la zona del Caribe de Centroamérica, a la Nueva Granada no le quedó más remedio que exaltar los sentimientos nacionalistas y hacerse de los recursos diplomáticos para evitar que Bocas del Toro sufriera la misma suerte que la mosquitia; recurriendo entonces, por la vía diplomática, a lograr el apoyo de los Estados Unidos con la firma del tratado Mallarino Bidlack (La diplomacia neogranadina en la Cuestión Mosquitia 1839-1849, Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad, Vol. 7, número 2, julio-diciembre, 2012), con lo cual se contrarrestó a Gran Bretaña y dio paso a la estrategia de negociar con Costa Rica su soberanía de la zona comprendida entre San Juan y Punta Careta, a cambio del reconocimiento definitivo de Bocas del Toro como parte de la nación neogranadina y reservar para negociación futura con Nicaragua, la zona norte de la mosquitia (entre San Juan y el cabo de Gracias a Dios).
Golfo Dulce
No hubo avance ni desarrollo que le diera importancia a la región del Golfo Dulce en los primeros años de la joven república de Costa Rica. Como dijimos antes, fueron chiricanos, en su mayoría, los que a mitad del siglo XIX fundaron los primeros caseríos en las riberas del Golfo Dulce.
Esa presencia de chiricanos fue la que provocó que las autoridades costarricenses le pusieran atención a los problemas fronterizos, ya que la mayor parte del territorio estaba despoblado y tendía a ser ocupado mayormente por vecinos de Chiriquí. De hecho, para los entendidos del lugar y para Panamá, Pueblo Nuevo de Coto pertenecía al Distrito de Alanje, en la provincia de Chiriquí.
En aras de tomar más control de la región se dieron algunas gestiones tendientes a procurar actividades y negocios en la zona, por parte de las autoridades costarricenses. Es así como terminando el siglo XIX se funda una colonia penal (donde actualmente queda Ciudad Cortés) y en 1914 el gobierno de Costa Rica decidió formalizar la creación del Cantón de Osa y varios distritos dentro de él. Ya para 1920 habían muchos más poblados, entre ellos Pueblo Nuevo de Coto, pero persistía el problema que las poblaciones no tenían comunicación terrestre con San José y las principales ciudades del país.
Hay reseñas que revelan que cuando se creó el cantón de Osa, hubo quienes dijeron que estaba habitado por indios, extranjeros y algunos ciudadanos del país, alusión que deja ver que los indígenas no eran considerados ciudadanos costarricenses (El surgimiento del enclave bananero en el pacifico sur de Ana L. Albertazzi) y que los ciudadanos de Costa Rica eran minoría.
Fue la producción de arroz la que, inicialmente, procuró el llamado a más mano de obra de otras partes del Costa Rica, pero era indiscutible que el banano empezaba a adquirir importancia allá por 1920, cuando productores independientes, y compañías como la Pirris Farm and Trading y la Saborío y Ulloa empezaron la fase de comercialización de banano no cultivado por los productores independientes, tanto de Limón, en el Caribe, como de Puntarenas, en el pacífico.
El enclave del banano truncó el patrón naciente de poblamiento y desarrollo, a partir de la producción pecuaria y de granos. Incluso la misma producción nacional de banano se vio afectada.
Antes de 1921 la United Fruit Company (UFCO) no tenia aun firmado el contrato con el gobierno panameño para desarrollar la producción bananera (eso ocurrió en 1927), por lo que, a manera de disfraz, empezó a adquirir gran cantidad de tierras, de la región de Coto, a nombre de terceros (como fue el caso de la Golfo Dulce Land Company), para preparar el terreno de cumplir su propósito de firmar, con Costa Rica, un contrato bananero para 1930, con la excusa que quería hacer renacer la actividad bananera (lo cual fue creído por el gobierno y los congresistas de Costa Rica). La UFCO ya conocía las mejores zonas para el cultivo del banano y las excelentes propiedades de los suelos de la costa pacífica de los dos países, pero con Costa Rica ya tenía adelantado el contrato en Limón y restaba obtener el contrato en Coto, lo que significaba la nueva era de control y sometimiento que vendría en la región.
Definiciones fronterizas de Panamá después de la independencia de Colombia
Los temas fronterizos con Costa Rica, que Panamá heredó de Colombia, tuvieron un manejo nada distante del que se le dio cuando lo dirigió la administración colombiana.
La forma como Panamá obtuvo su independencia de Colombia, la hacían ver como un Cuazi protectorado, por lo que se podría decir que las negociaciones por el tema frontera siempre estuvieron supervisadas por los Estados Unidos.
Los tratados limítrofes
Entre Costa Rica, por un lado, y Colombia (que tenía a Panamá como parte de ella) por el otro, hubo varios tratados, antes de los definitivos que no fueron ratificados por ambos países. Además en dos ocasiones se recurrió a arbitrajes internacionales con el fin de resolver el tema fronterizo.
Durante el siglo XIX se negociaron tratados fronterizos entre los dos países (en 1856, 1865 y 1873) los cuales no surtieron efectos. Es por esta razón que en 1880 ambas naciones decidieron recurrir al arbitraje del rey Alfonso XII de España, tratado que fue desconocido por Colombia.
En 1886 se suscribió la convención para que el presidente de Francia Emile Loubet fallara sobre la controversia fronteriza, pero en esta ocasión Costa Rica no lo aceptó (1890).
Cuando Panamá se independizó de Colombia, Costa Rica le propuso un nuevo tratado en 1905, pero Panamá no accedió, lo que dio cabida a que en 1914 se acordara un nuevo arbitraje, ahora de manos del Fiscal General de los Estados Unidos de América, Sr. White, pero el gobierno de Panamá no se sintió satisfecho con éste.
Coto
Coto, una muy pequeña localidad del distrito 1º Corredor, del Cantón Corredores de la provincia costarricense de Puntarenas no tendrá ni el tamaño ni la población que representa la esencia del lugar que un día ocupó en la historia de los países hermanos Costa Rica y Panamá. Es importante aclarar que el Cantón Corredores, dentro de la geografía política de Costa Rica es de edad reciente, ya que se fundó en 1973, en la segunda administración de José Figueres Ferrer. Antes de eso fue un distrito del Cantón Golfito.
La esencia de lo que aquí se relata no es el hecho histórico de la guerra que ambos países libraron en 1921, sino de cómo cada parte miro los hechos, con un repaso de lo que serían los antecedentes, las circunstancias contemporáneas de las fechas en que se dio el combate y la conclusión de las hostilidades y sus consecuencias.
Aunque se habla de la guerra de Coto, en forma generalizada, quizás se puede ser más específico que la batalla se libró en el poblado de Pueblo Nuevo de Coto, ya que en la zona y el Valle bañando por el Rio Coto hay un plural número de localidades que llevan su nombre de diversas formas y, luego de la guerra se han producido varias modificaciones sobre la distribución político administrativa de la zona.
La guerra
Teniendo presente que la guerra no es el objeto del caso, si mencionamos que una parte de la misma se libró en el entorno de Pueblo Nuevo de Coto, entre el 21 de febrero y el 5 de marzo de 1921. Las fuerzas de Panamá golpearon duramente a las de Costa Rica, manteniendo el control de la zona, pero en el Atlántico, donde se trasladaron los conflictos con posterioridad, los armados de Costa Rica lograron avanzar hasta muy adentro de la provincia de Bocas del Toro, ya que no encontraron resistencia.
Como bien es sabido el final de la guerra lo causó Estados Unidos que, bajo el pretexto del cumplimiento parcial de uno de los fallos arbitrales y en defensa de los intereses de sus empresas bananeras tomaron medidas drásticas para cortar el conflicto a favor de Costa Rica, donde ya contaban con convenios para explotar el cultivo en el Caribe y ya estaban adquiriendo tierras, justamente en la zona en conflicto, para expandirse hacia ella.
La definición fronteriza
Como indicamos antes, para los años 20 existían en la zona unos 22 pequeños poblados, entre ellos Pueblo Nuevo de Coto. La comunicación terrestre con el resto de Costa Rica era imposible, la mayor parte de ellos se comunicaban con el resto del país por vía fluvial y marítima, pero en forma muy irregular, por lo que lo más difícil para los pobladores era la salida de sus cosechas y productos hacia los mercados del interior del país.
Hasta esos momentos les era más fácil comunicarse por tierra con Chiriquí, donde había varios centros de negocios a los que podían acceder por tierra. Esta situación se mantuvo así por años, hasta que se llegó la bananera y se crearon los consejos de distritos en 1939 y más adelante cuando se construyó la carretera interamericana (El surgimiento del enclave bananero en el pacífico sur. Ana Luisa Cerdas Albertazzi).
El papel del banano en la guerra y la definición fronteriza
Ya habíamos dicho el rol que habría de jugar el tema comercial en la guerra. Leonardo Agudelo Velásquez, en su obra “La industria bananera y el inicio de los conflictos sociales del siglo XX” analizó el espectro histórico que ubica la comercialización del banano justamente en la contemporaneidad de los fallos fronterizos entre Costa Rica y Panamá, y la guerra de Coto.
United Fruits Company, fundada por Lorenzo Dow Baker, Minor C. Keith y Andrew Preston, fue una organización comercial nacida como medio para comercializar el banano de muchas partes del mundo. Explica Agudelo que para 1870 ocurrió la primera experiencia exitosa de Baker, quien transportó una carga de banano verde desde Morant en Jamaica hasta Nueva York, una compra de 20 centésimos por racimo, que se vendió en 2 y 3 dólares cada racimo.
Tal éxito movió a Baker a pensar en mejorar y aumentar su flota y crear una gran red de distribución en los Estados Unidos. Él y sus primeros socios solo tardaron 10 años en hacerse millonarios. Keith se unió al negocio 11 años más tarde. Su entrada oportuna se debió a que había construido el ferrocarril que unía a San José con Limón, en el Caribe de Costa Rica y, de la mano de eso, se había convertido en exportador de bananos costarricenses. Keith también tuvo el acierto de casarse con la hija del presidente de Costa Rica, en ese momento. Preston fue el último de los 3 socios en ingresar a la firma, pero fue con su participación económica que la empresa se catapultó al éxito, fundándose la United Fruit Company en 1899. Para 1920 la UFO controlaba el 77% de la comercialización mundial de banano, por lo que un tema de fronteras no era lo que le iba a complicar el negocio.
Los arbitrajes y el tratado definitivo
Hubo varios proyectos de acuerdos, arbitrajes y tratados entre Costa Rica y Panamá, aunque los más mencionados fueron los arbitrajes que produjeron los fallos Loubet y White. En el lado del Caribe de ambos países, el fallo Loubet le reconocía a Panamá todo el territorio dentro del valle del Rio Sixaola, mientras el fallo White reconocía a Panamá la zona contenida al oeste de dicho cauce hasta la unión de este con el Rio Yorkín y luego cubrir la Cuenca del Rio Teribe hasta la divisoria continental de aguas. En el lado Pacifico, ninguno de los dos fallos le reconoció a Panamá la zona de Coto.
Viéndolo desde ese punto de vista, ambos fallos dieron a Panamá más territorios en el lado Caribe que en el Pacifico, pero la renuencia de ambos Estados no hizo valer ninguno de los dos fallos y al firmarse el Tratado Arias Madrid – Calderón Guardia de 1941 (también conocido como Tratado Echandi – Fernandez) la frontera quedó trazada en su estado actual y Panamá terminó de perder Coto y la mitad del valle del Rio Teribe, al ser dividido por el meridiano 86 grados, 56 minutos, 10 segundos.
La siguiente imagen (tomada del blog “Guerra de Coto: primera parte” publicado en la Estrella de Panamá) muestra esquemáticamente los límites fijados en los dos fallos y el tratado final.
Podríamos decir que sin la influencia del banano quizás la frontera entre Panamá y Costa Rica hubiera quedado en las riberas del Golfo Dulce y también que Coto, y todos sus entornos, serían parte de Panamá.
Muchas gracias por este artículo que me revela una historia poco conocida en los textos escolares.
Me gustaLe gusta a 1 persona